Lollar consigue recrear el tono de la guitarra que buscan todos aquellos que han oído la guitarra eléctrica desde sus orígenes. Lo consigue sin perder los defectos que caracterizaban las primeras pastillas, no había dos pastillas iguales y eran relativamente frágiles. Para ello no duda en utilizar materiales únicos que sólo encuentra en países donde se fabrica el cable con las características que tenían las pastillas originales de Fender o Gibson entre otras. Los métodos de fabricación son también únicos, con decir que sus trabajadores precisan años para tener las habilidades que precisa la producción y que cada pastilla pasa por más de 10 controles de calidad tanto de fabricación como de sonido como de acabado.
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